viernes, 21 de marzo de 2014

Golpe de Estado en Venezu.. ¿¡Colombia!?



El presidente colombiano Juan Manuel Santos aprobó la destitución del Intendente de Bogotá Gustavo Petro Urrego, impulsada por el procurador general, a raíz de un problema en la administración de la recolección de basura. Durante tres días, la ciudad capital estuvo cubierta de basura. Fue en diciembre de 2012.

Para tener una mirada en perspectiva, Bogotá era (o es) gobernada por un político (Petro) que poco tiene que ver con los gobiernos conservadores-liberales que presidido Colombia durante las últimas décadas. Además, esa ciudad es el segundo cargo electoral más importante del país, después de la mismísima presidencia.

Los dirigentes del Movimiento Progresistas Colombia (MPC), al cual pertenece el destituido intendente, denuncian un claro golpe de estado contra la voluntad popular y las instituciones del país sudamericano, dado que una falla en la recolección de basura no es argumento suficiente para destituir a un funcionario público ungido en el poder con poco más de 700 mil votos. Es una excusa, según el propio MPC, para deshacerse de un líder de izquierda, ex guerrillero y de larga trayectoria en la cámara de representantes, con claras y reales chances de acabar con la seguidilla de gobiernos de derecha.

La justicia colombiana desestimó unas 400 presentaciones para dejar sin efecto la destitución sancionada por la procuraduría, que, además de echar de la intendencia a Petro, lo inhabilita a ocupar cargos públicos por 15 años. No fue suficiente la medida cautelar otorgada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, indicándole al gobierno colombiano que suspenda toda acción contra el acusado.

La última carta que se juega el MPC es llevar a cabo el referendo revocatorio convocado el 6 de abril, para que la ciudadanía de Bogotá defina si Petro debe continuar al mando. Posteriormente, harían una presentación de nulidad de la resolución de la procuración.

 El escaso espacio que tuvo en medios gráficos de nuestro país, y los inexistentes minutes de televisión gastados en abordar el tema, llaman poderosamente mi atención. En la humilde y algo formada opinión de quien escribe, la falta de papel higiénico en Venezuela fue tapa de los principales diarios y tema de debate de cualquier canal argentino.

La destitución de Petro es el episodio más grave que sufrió la voluntad popular últimamente en la región, pero poco (o nada) parece importarles a los republicanos democráticos argentinos que, hace varios años, denuncian hasta en Crimea cualquier episodio lesivo a las instituciones venezolanas.
 
Por otra parte, haciendo análisis comparativo, entre la represión en el Hospital Borda y las consecuencias de las inundaciones de abril del año pasado en la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri ya debería estar vendiendo panchos en La Boca. 

sábado, 8 de marzo de 2014

Del Bipartidismo a la realidad

Che, me pintó hablar un poco de historia y escenarios electorales durante la vuelta de la elección de nuestros representantes, caída ya la última dictadura militar. Vamos entonces: 

1) Descripción

Desde el regreso de la democracia hasta finales de los años 80, principios de los 90, la vida política en la argentina se vio dominada por un sistema bipartidista, compuesta por el Partido Justicialista (PJ) y la Unión Cívica Radical (UCR). La última oportunidad en que estos dos partidos se enfrentaron por la presidencia, fue en 1989, donde la suma de las fórmulas pejotistas y radicales se llevaron el 80 por ciento de los votos. Desde entonces y hasta nuestros días, nunca más se enfrentaron en forma “pura” unos contra otros por el mando de la Casa Rosada. Si en ocasión de elecciones de medio término, pero lejos de acaparar tal cantidad de votos. Lentamente, los electores estaban buscando nuevas opciones por fuera del bipartidismo, ya por el año 1991. Esa grieta en la represa que significaba el “BI”, no pararía de agigantarse hasta hacer colapsar su estructura en los años siguientes,

2) Descomposición y Crisis

Luego del llamado “Pacto de Olivos”, donde el entonces presidente Carlos Menem (PJ), junto con su antecesor, Raúl Alfonsín (UCR), sentaron las bases para una reforma constitucional, la fuga de votos desde ambos sectores del BI se acentuó, al punto tal que la UCR fue relegada al tercer lugar en las elecciones presidenciales de 1995, debajo del FREPASO. Paralelamente, varios analistas políticos coinciden en señalar este episodio como el comienzo de una crisis de representatividad de la dirigencia política, esto es, el descreimiento de los ciudadanos en las figuras de los partidos tradicionales. En 1999, la unión entre el FREPASO y la UCR desplazó al PJ del poder, pero solo por poco tiempo: la crisis que estalló durante 2001/02, anticipó la salida De la Rúa, para, presidencia interina de Duhalde mediante, llegar a las elecciones presidenciales de 2003.

3) Resultados

Ese año, como en las siguientes dos elecciones presidenciales (2007 y 2011) se observa claramente un sector justicialistas, que en promedio han acaparado el 60 por ciento de los votos afirmativos válidamente emitidos, con un pico en 2011: 67 por ciento.

Los votos por fuera de las expresiones justicialistas, a partir de 2003, varían entre nuevos y viejos partidos, expresiones de izquierda y derecha, actores de alcance provincial, etc. Es necesario ejemplificar a fin materializar y explicar la oración anterior: la crisis representatividad reinante, causó que la UCR deje de ser un partido con caudales de votos propios, y que dentro de dicho partido aparezcan varios candidatos que dividen sus posibilidades entre ellos por una chance presidencial. Sumado a expresiones partidarias, icebergs desprendidos del enorme glaciar  que el radicalismo supo ser,  como el  ARI-CC o  GEN, la llegada a la gobernación de la CABA, a fuerza de marketing y fenómeno “outsider” del PRO, con Macri a la cabeza,  hasta la llegada históricos como el Partido Socialista, que goza de gobernar una provincia por primera vez en su existencia, o casualidad, en este mapa político de fragmentación.



4) Conclusión y escenario actual

Aunque es verdad que todos los presidentes del 83 hasta la actualidad fueron dirigentes pertenecientes al fenómeno bipartidista, es un argumento muy escuálido para sostener que la UCR y el PJ se “pasan”  el poder entre ellos en nuestros días. Principalmente, porque dicha tesis no tiene en cuenta lo descrito en los puntos 2 y 3. Si no ha surgido un presidente por fuera del BI, es porque los actores de la política nacional no han sido capaces de articular un espacio atractivo y con capacidad de gobernar, y que tenga los votos suficientes para ganar una elección presidencial, y, además, porque el PJ siempre ha logrado sostenerse en el ejercicio del poder

En los horizontes del 2015, en un contexto de crisis económica (devaluación, inflación, fuga de reservas, paritarias irresueltas) y de debilidad política del gobierno K (ministros sin peso, perdida de apoyo de intendentes del conurbano, casos de corrupción, menor apoyo electoral), puede vislumbrarse un escenario electoral bastante similar al de 2003: el polo del PJ dividido en dos (Menem-Kirchner/Massa-Scioli), un candidato de derecha (Lopez Murphy-Macri) y otro de centro izquierda. Aquí el paréntesis sería innecesario, dado que los líderes de los partidos que podrían integrar ese lugar, tiene otras prioridades: atender la situación delicada del país, para, posteriormente, constituir formalmente, el espacio en cuestión

La idea primordial es dirimir una fórmula que dispute el mando del ejecutivo, en las primarias abiertas y obligatorias; volcar el poder de señalar una fórmula presidencia en las personas, en lugar de resolver, acuartelados dentro de un coqueto salón de hotel, entre los egos de los principales candidatos, y sus respectivos asesores, armados de encuestas tendenciosas y argumentos variados. La potencialidad del espacio es enorme. Tiene preocupados a los demás actores de la política nacional: se puede presentar como una clara alternativa de gobierno para la población. Y la experiencia exitosa de UNEN en CABA alimenta a creer que se puede transformar en una práctica nacional.  El propósito no es negociable, y busca alimentar un poco más la democracia. Invitar a inmiscuirse más a los ciudadanos, a fin que estos utilicen las primarias para su real propósito: decidir los candidatos.


viernes, 29 de noviembre de 2013

Titulemos como el toto

http://www.lanacion.com.ar/1642768-cordoba-denuncian-que-patota-de-la-uocra-ataco-a-ambientalistas-que-acampaban-frente-a-monsa

http://www.clarin.com/politica/Cordoba-asambleistas-acusan-UOCRA-agresiones_0_1038496221.html

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-234584-2013-11-29.html

http://www.diariopopular.com.ar/notas/176475-miembros-uocra-atacan-ambientalistas-cordoba-20-heridos

Los cuatro links con notas sobre lo ocurrido en el pueblo Malvinas Argentinas en la provincia de Córdoba, es una prueba de la subjetividad que corroe a los editores a la hora de dar una noticia, o la necesidad de manipularla.

Las interpretaciones que pueden surgir de la lectura del título y el párrafo de apertura son distintas entre si, incluso dentro de la nota del mismo medio. Da la sensación que hay una adicción confundir al lector.

Para La Nación fue una batalla campal, de esas que tienen dos fracciones de barrrasbravas de un mismo club, o encuentros violentos entre distintas hinchadas de clubes oponentes, entre gremialistas y ambientalistas. Clarín dice que los asambleístas dicen que miembros del gremio Unión  Obrera de la Construcción (UOCRA) fueron directamente a correrlos de la ruta, de muy malos modos: palazos, piedrazos, tiros al aire provenientes de armas de fuego y quema de su campamento artesanal. Para Pagina 12 los malos modos de la UOCRA se sustentan en que los ambientalistas cortadores de ruta no dejan progresar la obra generadora del conflicto (una planta fabricadora de semillas genéticamente modificadas de la empresa Monsanto, misma organización dueña de los productos utilizados para fumigar los campos aldeaños al barrio Malvinas Argentina, donde ya se contabilizan más de 300 casos de cáncer, malformaciones, abortos, etc). Y para el Diario Popular se trata decididamente de una agresión directa a los asambleístas para dar fin al corte de ruta, aunque es curioso porque esta primera interpretación se da luego de leer el título, pero en el párrafo de apertura sustenta esa acusación en declaraciones de los atacados.

Una noticia, cuatro formas de contarla. O de distorsionarla.

martes, 3 de septiembre de 2013

Plagas amarillas

En Marzo de este año fue el último control de plagas de esta formación que forma parte de la línea D de subterráneos. Las imágenes a continuación fueron tomadas el lunes 26 de agosto.

Las administraciones del servicio público de pasajeros cambian, pero las cucarachas y ratas quedarán (¿?).


viernes, 21 de diciembre de 2012

Más dinero para empresas, menos plata para la gente

Un 33 % fue el piso del aumento del boleto en colectivo y trenes en la zona metropolitana, según informó el Ministro del Interior y de Transporte de la Nación, Florencio Randazzo, días atrás. El costo mínimo del boleto colectivo pasa de $1.10 a $1.50 y el de tren de $.070 a $1.00.

  ¿Por qué el Gobierno Nacional sube el precio del boleto si no hay ninguna mejora visible del servicio de colectivos y trenes? La justificación que da el ministro es que el aumento es la consecuencia de la quita de un porcentaje de los subsidios que reciben empresas de trenes y colectivos para mantener el precio del boleto en un nivel accesible a cambio de un servicio paupérrimo.
  El ahorro supone 107 millones de pesos, y su uso será re dirigido a sectores más vulnerables de la sociedad. Pero semanas atrás, desde el mismo ministerio, se aprobaron 800 millones de pesos en subsidios a empresas de colectivos. Y las concesionarias de los servicios de transporte terrestre reciben apoyo monetario por parte del estado por 17.000 millones de pesos anuales. Lo cual hace deducir que el ahorro es nulo, si no todo lo contrario: se afecta el bolsillo de todos, se otorga más dinero y los beneficios son intangibles.
  Además, Randazzo negó que el incremento del precio del boleto sea por los niveles de inflación que ronda el 25 por ciento anual.
 
Lo difícil de entender es como una dirigencia política que busca constantemente diferenciarse del proceso neo liberal llevado a cabo en la década de 1990, mantiene este tipo de dádivas a empresas que ganaron las concesiones durante la privatización de los servicios públicos en dicha década. Sin ningún tipo de control posterior, ni estatal, ni por parte de sindicatos o ciudadanos comunes. Comparte la idea menemista.
  La lógica de esta política es no violentar con aumentos tarifarios de servicios públicos (de transporte y en general) el bolsillo de la población, para no reducir la capacidad de consumo en los sectores bajos y medios bajos de la sociedad y así fortalecer el mercado de consumo de productos y servicios interno. Esta táctica ha funcionado en el corto plazo, pero es una situación que en algún momento debería parar. ¿Por qué? Porque la contra cara de esta política en el largo plazo son más tragedias, más muertes, más dolor, más demoras por problemas de servicio (menos tiempo con la familia y los amigos o el ocio).
  Lamentablemente, esta dirigencia política nunca supo como administrar y mejorar los servicios públicos de transporte, de una forma que no sea la actual. Sus dos ex Secretarios de Transporte se encuentran procesados por la tragedia de Once ocurrida a principios de año, donde el sistema de frenado de un tren falló, se estrelló contra las contenciones y provocó la muerte de 51 personas. Y ya fue aclarada la no intención de re estatizar las líneas metropolitanas de ferrocarriles, a pesar del escenario actual. Por lo tanto, subirse a un tren o un colectivo en el área metropolitana para volver del trabajo o la escuela, seguirá caracterizado, principalmente, por averiguar en que tan malas condiciones de humor y escaso nivel de paciencia voy a volver al hogar. O no llegar nunca.

Fuente: Télam, agencia de noticias del Estado.